En el mercado hacker, los argentinos llevan la delantera

La comunidad local de especialistas en seguridad se posicionó como un atractivo semillero que se disputan corporaciones y gobiernos extranjeros para identificar vulnerabilidades en los sistemas informáticos.

  
 Alfredo Ortega, uno de los participantes de la Ekoparty que se destacó por su presentación sobre vulnerabilidades en los microprocesadores.Foto:Gentileza Ekoparty


BUENOS AIRES.- ¿Quiere aprender cómo acceder al núcleo computarizado de algún equipamiento de uso médico, de una máquina de voto electrónico, de un celular, o tal vez incluso de un auto? Gracias a la herencia de los gobiernos militares y a una cultura de romper todas las reglas, Argentina se ha convertido en uno de los mejores países del mundo dónde encontrar talentos capaces de enseñarnos como hacerlo.

Ahora que la cacería de talentos de Silicon Valley se ha globalizado, en especial, la búsqueda de personas con habilidades para hackear cosas, este país latinoamericano se ha convertido en un fecundo semillero de reclutamiento para las corporaciones y los gobiernos extranjeros. Las empresas necesitan hackers que las ayuden a defenderse de los ciberdelincuentes y de los espías de los gobiernos. Y a medida que las infraestructuras más cruciales empiezan a ser virtuales y que las amenazas de guerra se han trasladado al ciberespacio, los gobiernos están desesperados por incorporar las habilidades de los hackers a su arsenal.

"Engañar al sistema es parte de la mentalidad argentina", dice Cesar Cerrudo, investigador argentino en temas de seguridad y hacker autodidacta oriundo de la ciudad de Paraná. Cerrudo cobró notoriedad recientemente, tras haber hackeado exitosamente el sistema de semáforos de varias ciudades de Estados Unidos.

"Si querés acceder al software más nuevo, tenés que hackearlo, y tenés que aprender por tu cuenta desde cero", dice Cerrudo.

De los países de Latinoamérica, Brasil se ha hecho conocido en los últimos años como un líder mundial en fraude bancario por Internet. Pero los hackers argentinos son famosos por su creatividad.

Son especialmente conocidos por su habilidad para detectar las así llamadas vulnerabilidades de día cero, que son puntos débiles del software de las tecnologías más utilizadas que pueden ser utilizados para espiar o incluso destruir las redes informáticas de un enemigo.

Las grandes empresas tecnológicas, como Apple, Facebook y Google, han encriptado sus productos y servicios, de modo que en muchos casos, la única manera de monitorear las comunicaciones de un objetivo es hackear directamente la terminal o el dispositivo del usuario. En consecuencia, los gobiernos están cada vez más urgidos por descubrir esos puntos vulnerables del software, llamados "exploits".

En octubre de este año, un variado grupo de ejecutivos de todo el mundo, funcionarios gubernamentales, contratistas y según se rumora, también espíes, se reunieron en un edificio industrial de Buenos Aires convertido en centro cultural, para estudiar el "hackeo estilo argentino", durante la 11° EkoParty, la más importante conferencia que se realiza anualmente en Latinoamérica.

Es imposible estimar cuántos hackers viven en Argentina, ya que la intrusión informática no es una habilidad de la que los argentinos prefieran hacer alarde. Pero se sabe que la EkoParty, que este año congregó a 1.600 asistentes, es el lugar indicado donde hallarlos.

"Argentina se ha hecho lugar en el mapa global como el país que produce los mejores hackers", dice Sinan Fren, un ejecutivo de Avast Software, una empresa de seguridad con sede en Praga y habitual participante de la EkoParty desde hace años.

"Atado con alambre", es el dicho que tienen en Argentina para referirse a la creatividad y la inventiva que les permite hacer mucho con muy poco.

"Los que crecimos bajo el gobierno militar, que decidía qué libros podíamos leer, qué películas podíamos mirar, y a qué Dios rezarle, tuvimos que aprender a sortear las normas", dijo ante la multitud de los presentes en la conferencia la senadora cordobesa Norma Morandini. "Para nosotros, el hackeo se convirtió en una forma de vida."

 
Federico Kirschbaum y Francisco Amato , co-fundadores de Infobyte, empresa de seguridad que comenzó la conferencia de hacking ekoparty.Foto:Alejandro Kirchuk / NYT


El país sigue estando un paso atrás en la industria tecnológica, debido a las estrictas restricciones a las importaciones. Amazon, por ejemplo, no hace entregas a domicilio en Argentina, y Blackberry tiene una porción del mercado mayor que la de Apple. Un iPhone nuevo cuesta unos 2.000 dólares o más en MercadoLibre, pero muchos usuarios de iPhone dicen haber convencido a algún amigo que viajaba al exterior de que les trajera uno y lo pasara subrepticiamente por la aduana.

Para acceder a los dispositivos electrónicos más novedosos, los argentinos suelen tener que pensar como un hacker, o incluso convertirse en uno de ellos.

"Uno se las arregla sin recursos, sin tecnología de punta, y con malas conexiones de wi-fi", dice Sergio Borensztein, un analista político argentino. "A falta de otras opciones, Improvisamos soluciones creativas, y muchos han aplicado esos mismos procedimientos a la industria técnica."

EkoParty empezó como una pequeña reunión de hackers argentinos que compartían sus descubrimientos sobre Internet. Pero hoy ya son cientos los hackers argentinos de entre 14 y 45 años que hacen fila para hacer alarde de sus habilidades frente a ejecutivos de emprendimientos de Silicon Valley como la empresa de seguridad Synack, de consultoras más reconocidas, como Deloitte, o de una creciente lista de funcionarios y contratistas de distintos gobiernos que quieren incorporar los "exploits" a sus arsenales.

Video oficial de la Ekoparty 2015


Entre los panelistas de la última EkiParty hubo hackers como Alfredo Ortega, un hombre tranquilo de la Patagonia rural y autoconfeso "cibergaucho" que logró hackear el nuevo sistema de votación electrónica en apenas 20 minutos. Luego de su ponencia, durante una pausa con café y galletitas, Ortega demostró cómo se puede ocultar "malware" o "código malicioso" en un chip de computadora.

Ortega ahora trabaja para Avast Software y se hizo famoso por haber accedido a un sistema operativo que se creía invulnerable. Actualmente trabaja en la elaboració9n de un dispositivo que emite rayos X y que permite hackear sistemas que ni siquiera están conectados a Internet.

"Ortega es capaz de hackear prácticamente cualquier cosa que le pongan enfrente", dice Federico Kirschbaum, uno de los fundadores de EkoParty junto con otro argentino, Francisco Amato. Ambos son también cofundadores de la empresa de seguridad Infobyte.

Otro de los panelistas fue Juliano Rizzo, un investigador argentino en temas de seguridad que hizo una demostración en vivo de un "exploit" de día cero que según varios de los presentes, podría haber vendido por una cifra de seis dígitos en el mercado negro.

Rizzo es uno de los investigadores argentinos en seguridad que dieron sus primeros pasos en Core Security, una empresa fundada por seis hackers hace 20 años.

En 1996, Core Security empezó a trabajar con empresas y oficinas del gobierno para detectar los puntos vulnerables de sus sistemas. Más tarde, crearon una de las primeras herramientas automáticas de ataque para penetrar en los sistemas de los clientes aprovechando las vulnerabilidades de los sistemas operativos.

"Era una propuesta muy audaz, sobre todo viniendo de unos tipos de Argentina" dice Iván Arce, uno de los fundadores de Core. Al principio, los analistas dijeron que esa herramienta era poco ética, pero la NASA, uno de los primeros clientes de Core, los hizo cambiar de opinión.

A medida que Core Security creció, sus fundadores fueron entrenando a la próxima generación de hackers, pero actualmente, esos nuevos talentos tienen opciones laborales mucho más lucrativas que las de sus predecesores en 1996.


Presentación de Alfredo Ortega sobre backdoors en el diseño de un CPU 
 

 Los "exploits" que hace 20 años era descubiertos casi por casualidad o como defensa contra los ciberdelincuentes son actualmente invaluables para al menos 40 gobiernos, que tienen en marcha programas de armamento de ciberataque.

Los gobiernos del mundo ya están reformulando esas herramientas desarrolladas por los argentinos con fines de espionaje. En diciembre de 2014, dos investigadores descubrieron que hay grupos de hackers del gobierno de Irán que utilizan las herramientas de penetración desarrolladas por Core en contra de los iraníes disidentes.

"Esto empezó como un juego, como un intercambio de 'exploits' entre gente que tenía el hackeo como un hobby", dice Arce. "Ahora, los 'exploits' se guardan para poder venderlos."

Algunos hackers se hacen ricos con la venta de un solo "exploit". Zerodium, una empresa que les vende "exploits" a los gobiernos, dice que en octubre de este año le pagó 1 millón de dólares a los hackers por un "exploit" de Apple. A mediados de noviembre, la empresa ofreció 50.000 dólares al hacker que lograra introducirse en la máquina de la víctima a través del explorador Safari o del Internet Explorer, y 80.000 dólares por una herramienta de ataque similar a través de Google Chrome.

Esos dólares alcanzan para mucho en Buenos Aires, donde un departamento de categoría en Palermo Soho, el barrio de moda que concentra la mayoría de los emprendimientos tecnológicos, puede alquilarse por 1000 dólares mensuales.

Pero los días de Argentina como primera exportadora mundial de hackers podrían estar contados, advierte Eren, de la firma Avast, especialmente ahora que el mercado se desplaza a la tecnología móvil y que los gobiernos han empezado a apuntar al hackeo telefónico.

"Lo más probable es que Argentina haya llegado a su techo", dice Eren. "Hay nuevos competidores." Y a la hora de hackear un teléfono celular, dice Eren, "el país que marca el paso es China".

Traducción de Jaime Arrambide

Naturbanización contra el calentamiento global

Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y su alto consumo de energía es indisociable de los cambios climáticos. Los ecologistas recomiendan permitir que la naturaleza invada las urbes.

Un jardín urbano en el corazón de Berlín. Foto:Gentileza DW

Primero, la mala noticia: las secuelas del calentamiento global pueden ser tan dramáticas para la vida en una megalópolis como para los habitantes de las islas amenazadas por el aumento del nivel del mar. En el Viejo Continente, por ejemplo, muchas urbes están asentadas al borde de grandes ríos y, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), el 20 por ciento de ellas corre el riesgo de verse inundado. Un peligro similar pende sobre trece de las veinte ciudades más grandes del mundo por estar a orillas del océano.

Este es sólo un aspecto de la crisis que a partir de este lunes (30.11.2015) será objeto de discusión en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21), en París; pero es una faceta ineludible porque más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y su alto consumo de energía es indisociable de las inclemencias meteorológicas que hoy la afligen. Ese círculo vicioso es, además, difícil de revertir; por razones económico-existenciales, es ingenuo esperar que millones de citadinos se muden a áreas rurales o menos urbanizadas.

Foto:Gentileza DW

En términos globales, son muy pocos los que están dispuestos a abandonar las grandes capitales para atenuar los factores humanos que propician el calentamiento global. La buena noticia es que esta y otras razones han llevado a las organizaciones ecologistas a idear alternativas más viables para ponerle coto a los efectos negativos de los cambios climáticos. Una de ellas es la noción de "naturbanización", que aboga por permitir que la naturaleza "invada" las ciudades mediante la arborización planificada de las calles y el ajardinamiento de las fachadas y los techos de los edificios.


Más "verde" y más "azul"

A ese propuesta de reverdecimiento se suman iniciativas "azules" como la de estimular la proliferación de estanques, la de aprovechar el agua de lluvia mediante una canalización o un almacenamiento mejor concebidos, o la de permitir que ríos, arroyos, riberas y pantanos recuperen ciertos espacios perdidos durante los procesos de urbanización de los siglos pasados. En Alemania, la Oficina Federal para la Protección de la Naturaleza (BfN) ha estudiado la factibilidad de estos planteamientos con miras a reducir las emisiones de gases contaminantes.

La presidenta de la BfN, Beate Jessel, enumera los beneficios de estas propuestas: "Los árboles dan sombra, la vegetación en las fachadas de los edificios funcionan como capas de aislamiento térmico y permiten ahorrar energía, los jardines en los techos sirven como depósitos de agua, las áreas verdes abiertas y las veredas conducen el viento desde la periferia hasta el centro urbano y filtran el aire de polvo y otros elementos perjudiciales, y, en general, un mayor verdor en las ciudades las hace menos hostiles para las aves y los insectos", asegura.


Jessel recuerda que las áreas boscosas retienen enormes cantidades de anhídrido carbónico y que su mantenimiento es tan útil para las ciudades como los árboles que protegen de las avalanchas a los pueblos de las montañas. Al referirse a las iniciativas "azules", Jessel comenta que una mayor presencia de masas de agua en las ciudades incrementa la humedad del aire y matiza las temperaturas en el medio urbano. La presidenta del BfN cita como casos de aplicación exitosos el "corredor de lluvia" de la ciudad de Kamen, cerca de Dortmund; la fachada vegetal del Concejo Municipal de Viena; y el financiamiento de techos y fachadas "verdes" en Hannover y Hamburgo.


¿Qué se puede hacer contra el cambio climático?
1. Usar menos carbón, gas y petróleo La mayoría de los gases invernadero vienen de las centrales energéticas, de la industria y del transporte. La calefacción de edificos causa un 6 por ciento de las emisiones globales. Quien usa energía eficiente y ahorra carbón, gas y petróleo, está protegiendo ac. Foto: Gentileza DW

2. Producción propia de electricidad limpia La electricidad ya no tiene que salir de las centales de carbón, petróleo y gas. Ya hay alternativas que hasta son más baratas. La electricidad se puede producir fácilmente, incluso en cantidades mayores a las necesarias. Por ejemplo, con celdas y módulos . Foto: Gentileza DW

3. Cooperar con las buenas ideas Cada vez más comunas, empresas y cooperativas invierten en energías renovables y venden electricidad limpia. Este parque solar pertenece a la compañía Saerbeck, un distrito alemán de 7.200 habitantes que produce más electricidad de lo que necesita y es un ejemplo. Aq. Foto: Gentileza DW

4. No financiar a empresas que dañen el clima Cada vez más ciudadanos, fondos de jubilaciones, seguros, universidades y ciudades retiran su dinero de empresas que trabajan con energías fósiles. Münster es la primera ciudad que se unió al "Divestment", un movimiento al que pertenecen 57 ciudades del . Foto: Gentileza DW

5.Viajar en bicicleta, ómnibus y tren Las bicicletas, el ómnibus y los ferrocarriles ahorran mucho C02. En comparación con el automóvil, un viaje en ómnibus es cinco veces más favorable al clima, y un viaje en tren hasta 15 veces más. Las ciudades que disponen de bicisendas y carriles especiales par. Foto: Gentileza DW

6. No volar en avión si no es necesario Volar es tremendamente dañino para el clima. Los hechos demuestran el dilema: para cumplir con los objetivos climáticos, actualmente cada habitante de la Tierra debería producir por año en promedio un máximo de 5,9 toneladas de CO2. Un vuelo de ida y vuelta en. Foto: Gentileza DW

7. Comer menos carne Tambien la agricutlura es un problema. En el cultivo del arroz y en los estómagos de los vacunos y ovinos se genera el gas metano, muy perjudicial para el clima. La ganadería y el consumo de carne, que cada vez aumenta más, son puntos críticos debido a la enorme demanda de soja . Foto: Gentileza DW

8. Comprar alimentos biológicos El gas hilarante daña el clima en gran medida. Su porcentaje en las emisiones globales está en un 6 por ciento. Se produce en centrales energéticas y por el uso de motores, pero sobre todo por el empleo de abonos artificiales en la agricultura industrializada. En la a. Foto: Gentileza DW

9. Construir y consumir de manera sostenible En la producción de cemento y hierro se produce mucho CO2. Por el contrario, el cultivo de madera y caña de bambú lo frena. La elección consciente de materiales de construcción contribuye con el clima, y lo mismo vale para el consumo. No es necesario segu. Foto: Gentileza DW

10. Asumir nuestra responsabilidad por el clima ¿Cómo se puede evitar la emisión de gases invernadero para que las futuras generaciones puedan vivir sin catástrofes climáticas? Estos alumnos están fascinados por las energías limpias y la ven como una esperanza para un futuro en un planeta al que tod. Foto: Gentileza DW


Cómo blindar el wifi de casa para que no te la roben

Proteger la red inalámbrica de extraños puede evitar que nos imputen por delitos que no hemos cometido



No se trata de una obsesión, ni de un capricho: asegurarse que la red inalámbrica de nuestra casa esté únicamente al alcance los dispositivos autorizados para conectarse a ella puede ahorrarnos muchos disgustos. Y algunos de ellos, serios. Un hacker que logre acceder a nuestro wifi puede aprovechar la conexión para descargar contenido ilegal, o bien directamente para levar a cabo ciberataques o distribución de correo basura. Todas ellas actividades delictivas cuyo único titular, a efectos de la justicia, sería el propietario de la red. Por este motivo, merece la pena dedicar unos minutos a seguir una serie de pasos para intentar blindar al máximo posible nuestro router:


1. Evitar la configuración por defecto

Los routers salen de fábrica con una configuración predeterminada, y aunque cada red tiene su propia contraseña, conviene cambiar los parámetros para poner las cosas un poco más difíciles a los hackers. La mayoría de los enrutadores vienen con instrucciones específicas para cambiar las configuraciones por defecto y los fabricantes cada vez están creando interfaces más sencillas de gestionar para que el usuario no se vuelva loco. Pero si, pese a todo, no se es especialmente habilidoso con los ordenadores, puede pedir al técnico que le cambie los parámetros en el momento de la instalación de la red inalámbrica, o bien contactar directamente con el operador que le ha proporcionado el router para que le asista en este proceso. Pero no se trata únicamente de modificar la contraseña de la red wifi, sino también de blindar el acceso al propio router. En este sentido, el analista de seguridad de Kaspersky Lab, Daniel Creus, propone además "deshabilitar servicios de administración y gestión del router para evitar que puedan accederse a ellos desde fuera de nuestra red". Se trata, en definitiva, de modificar todos los parámetros de la configuración estándar del dispositivo. En el caso de la contraseña, este cambio, además de incrementar la seguridad de la red, hará más fácil invitar a los amigos o familiares conectarse a ella.



2. Cortafuegos y contraseña sofisticada

Si hay una empresa que conoce al dedillo todos los recovecos de Internet y no puede asistir en esta tarea, es sin duda Google. La firma californiana añade una serie de consejos en su blog oficial, entre los que destaca la importancia de activar el firewall en el propio router al entrar en la configuración. El gigante recuerda, por otro lado, que la contraseña de la red inalámbrica debe ser lo más sofisticada posible: hay que evitar combinaciones de caracteres numéricos y alfabéticos en mayúsculas y minúsculas y no emplear la misma contraseña que utilicemos para otros servicios en la red. Google sugiere que debemos proteger la red wifi de la misma manera que protegemos nuestra casa.



3. Apagar el 'router' en largas ausencias

El organismo estadounidense FCC (Federal Communications Commission) propone además que se cambie el identificativo de la red o SSID. Incluso, mejor todavía, hacerlo invisible. Pero si hay una forma definitiva de proteger la red inalámbrica de manos ajenas es apagar el router. Sí, la FCC propone que desconectemos la red wifi cuando nos ausentemos del domicilio por vacaciones o fines de semana.



4. Controlar qué equipos se conectan a la red

Una de las primeras señales de alarma de una red hackeada es el descenso de velocidad en la conexión. Es posible que un vecino o cualquiera desde la calle haya logrado acceder a la red y esté ocupando un buen ancho de banda en descargas. ¿Cómo saberlo? La manera más sencilla es emplear aplicaciones como Fing. Esta app gratuita para el móvil se conecta a nuestro router y detalla uno a uno qué equipos están conectados en ese momento. En una primera batida podremos identificarlos y si existe alguno del que no estemos seguros, será una señal clara de un posible acceso no deseado a la red.



5. Usar 'hardware' para proteger la red

Si no queremos volvernos locos editando contraseñas y configuraciones, siempre podemos recurrir a un gadget que blinda la red Wifi de la casa y se asegura de forma activa que los equipos conectados son todos conocidos y no hay ataques remotos. La firma israelí Dojo Labs ha presentado un dispositivo que se encarga de vigilar que equipos no autorizado se conecten a nuestra red, y nos alerta mediante una app si se produce algún suceso sospechoso. El equipo aprende además de nuestras costumbres y de esta manera es más efectivo a la hora de avisar ante un peligro potencial. Esta capa de seguridad adicional se conecta al router mediante Buetooth o cable.

Un camión que promete salvar vidas

Sensores y cámaras infrarrojas detectan movimiento

Un sistema de pared virtual proyecta el camión

Necesita aprobación nacional para poder circular

No es alegre tener que decir que nuestro país se destaca en cosas malas, pero lamentablemente en algunas es así. Argentina está entre las regiones del mundo con mayor número de muertes anuales por accidentes de tránsito evitables.

Las cientos de rutas nacionales y provinciales por las que circulan miles y miles de autos, en la mayoría de los casos tienen un solo carril en cada dirección. Esto implica que los coches pequeños deban sobrepasarse para poder adelantarse entre sí, maniobra que ya desde su origen resulta riesgosa por una cuestión simple: el auto debe conducir brevemente por el sentido contrario en contramano.

Los camiones de gran tamaño que transitan trasladando mercadería agravan seriamente la situación ya que los autos no disponen de una visión clara del camino.

Casi 1 persona muere por hora en un accidente de tránsito. 80% de estos accidentes sucede en la ruta.


Samsung pretende probar al menos una solución en tecnología de video que pueda ayudar a los conductores de las rutas a ver el tráfico por delante del camión y de esta forma proveer de una imagen que le permita al conductor decidir mejor cuando pasar y cuando no.  

¿Cómo funciona?
Safety Truck, como lo llamaron, cuenta con cámaras de alta definición y sensores de movimiento al frente del vehículo, y se conecta a un sistema de video compuesto por 4 pantallas que reposan en la parte de atrás del camión (las puertas traseras que los autos ven al conducir detrás).

Tristemente esto por ahora es solo un prototipo. La empresa comunicó que el camión superó la etapa de pruebas pero no tiene las aprobaciones nacionales vigentes para circular en ruta. Para que esto sea posible Samsung debe tomar los tests correspondientes a los protocolos de circulación vial del país.




La Gran Muralla China

La Gran Muralla China es la única obra humana que puede verse desde el espacio, serpenteando 2414 km. Se necesitaron millones de personas en su construcción.


República Popular China
Actualmente China cuenta con 1357 millones de habitantes (2013), la quinta parte de la población mundial, pudiéndose considerar la potencia mundial del siglo XXI. Pero esta hegemonía también la disfrutó a lo largo de su historia, que comenzó en el año 581 a.C.

Durante sus 1000 años iniciales, China fue una de las mayores civilizaciones del mundo, tanto en tamaño como en desarrollo. En el transcurso de la dinastía T’ang (618 – 907) se inventaron la imprenta, un sistema parecido a los sellos de hoy en día, y la pólvora, una mezcla de carbón, azufre y salitre que explotaba en contacto con el fuego.

En la dinastía Song (960 – 1279), hubo un desarrollo impresionante en la actividad económica, aumentó la población y crecieron las ciudades, llegando a superar los dos millones de habitantes, se desarrolló una economía monetaria y la producción industrial se incrementó. El desarrollo económico de la dinastía Song llegó a su fin con las conquistas de los mongoles, que causaron aproximadamente 30 millones de bajas.


La Gran Muralla China
Además de la pólvora y la imprenta, los chinos también inventaron los cohetes, la brújula, la tinta, el papel, la porcelana y las cometas, pero sin duda la construcción de la Gran Muralla China supuso uno de los acontecimientos más importantes en la historia de China, junto con el complejo funerario de los guerrero de Terracota de Xi’an, convirtiéndose en una de las grandes maravillas del mundo. Su longitud de 8.851 kilómetros se extendía a través de las montañas de Corea llegando incluso a las aguas del mar Bohai hasta el Desierto de Gobi. Actualmente, sólo se conservan 2414 km., siendo el sector más visitado el paso de Juyong-guan, cerca de la capital Beijing, que cuenta con muros que sobrepasan los ocho metros de altura, erigidos en 1381 por el emperador Hogwu de la dinastía Ming.

La gran muralla china fue construida inicialmente para proteger un antiguo imperio chino de las tribus que merodeaban por el norte, pero se convirtió en una impulsora del comercio con otras civilizaciones llegándose a convertir en un símbolo del ingenio y la voluntad del pueblo chino. La sección más antigua de la Gran Muralla fue iniciada en el 221 a. C., estaba realizada en tierra batida.



El gran Emperador, Qin Shi Huang
El primer emperador chino, Qin Shi Huang, restauró las murallas antiguas y las unió con una nueva construcción para crear una masiva fortificación de 4800 kilómetros de largo para proteger las fronteras del norte contra los ataques de nómadas merodeadores. Gran parte de la muralla Qin fue construida con piedras colocadas unas sobre otras, pero donde las piedras eran escasas, los ingenieros construyeron la muralla con capas de tierra compactada.

Para construir la gran muralla el emperador movilizó un ejercito de 300.000 hombres además de obligar a millones de personas a trabajar en la construcción. Estos obreros provenían de cárceles, eran prisioneros o simplemente conscriptos reclutados a la fuerza para trabajar. Se calcula que gran parte de los obreros murieron en la construcción debido a las pésimas condiciones de vida en el lugar y que fueron enterrados directamente en la muralla. Al parecer, más de 400.000 personas fueron sepultadas debajo de su estructura a lo largo de toda su construcción.

La Gran Muralla fue uno de las obras públicas monumentales de Qin Shi Huang, su otro proyecto asombroso fue su propia Tumba, en la cual trabajaron 700,000 obreros durante 34 años. La tumba, descubierta a mediados de la década de 1970, es un palacio subterráneo e intricado, diseñado como una réplica en miniatura del reino Qin, con ciudades a escala, ríos de mercurio, cielos decorados con joyas, y un ejército de 7,000 guerreros de terra-cota para defenderlo.

Una nueva dinastía, la Han, que estableció el primer sistema de escuelas públicas, restauran la ruinosa muralla Qin y la extendieron en casi 500 kilómetros más a través del desierto de Gobi. Dentro de este periodo se establecen las legendarias Rutas de la Seda. Comerciantes de Roma, Antioquía, Baghdad y Alejandría viajaban hacia el este para comerciar con jade, oro, especies, caballos, gemas preciosas y, desde luego, seda. Pasando todas estas rutas a través de la Gran Muralla.

Los Han también agregaron torres de vigilancia a la Muralla, espaciadas cada 25 a 50 kilómetros, salvando cordilleras montañosas de hasta 3.500 m de altura, para defenderse de los asaltos de los hiung-nu (hunos). Se usaba columnas de humo para avisar a los defensores de un ataque. Una columna de humo significaba que una puesta estaba siendo amenazado por una fuerza de menos de 500 tropas; dos columnas indicaban una fuerza de ataque menor de 3,000, y así continuaba. Los Han encontraron que el sistema de señales enviaba los mensajes más rápidamente que un jinete en un caballo.



Descubrimientos Chinos

En dicho periodo también se inventó el papel, la porcelana y la primera carretilla del mundo, lo que permitía que un solo obrero transportara una carga tan pesada como 200 kilogramos. Durante esta dinastía, los científicos chinos crearon el primer compás del mundo y el primer sismógrafo simple.

Sin embargo los mayores constructores de muralla fueron los Ming, cuyos sorprendentes logros dejan pequeños lo que anteriormente habían hecho los Qin y los Han. Los Ming no solamente construyeron más murallas que cualquier otra dinastía, sino que las suyas también eran mayores, más largas, más adornadas y más imponentes. La muralla con la que estamos familiarizados es la de ellos.

La muralla Ming serpentea acrobáticamente a través de los terrenos más difíciles de China, elevándose en algunos lugares a un ángulo de 70 grados. Tal trabajo de ingeniería no habría sido posible sin la avanzada tecnología Ming para hacer ladrillos.

En un tiempo en que los constructores europeos todavía dependían de piedras afanosamente cortadas, los Ming estaban usando hornos modernos para producir ladrillos masivamente, que eran tan fuertes como los bloques de construcción de la actualidad. Los científicos Ming inventaron la rueda de alfarero y desarrollaron hornos especiales de alta temperatura capaces de producir porcelanas de calidad exquisita. El resultado fue la famosa porcelana azul-blanco que se convirtió en una sensación instantánea en Europa y que todavía lleva el nombre de la dinastía. 


El Color de las Plantas



 Alguna vez te has preguntado por qué las hojas en primavera son de un verde intenso tornándose rojizas o amarillentas en otoño? ¿Sabías que hay hojas de color blanco?





El Color de las Plantas

Si es posible encontrar en el reino vegetal todos los matices y combinaciones de colores del espectro, existe un predominio general de los colores primarios: amarillo, rojo, azul. Estos colores son conferidos a los vegetales por determinados compuestos químicos definidos, llamados pigmentos.

El color verde predominante en los vegetales es debido a la presencia de dos pigmentos llamados clorofila a y clorofila b.

El color particular que presenta un determinado órgano vegetal depende generalmente del predominio de uno u otro pigmento o la combinación de ellos. El color del pigmento está dado por la longitud de onda no absorbida (y por lo tanto reflejada). Los pigmentos negros absorben todas las longitudes de onda que les llega mientras que los pigmentos blancos reflejan prácticamente toda la energía que les llega, es decir, los pigmentos tienen un espectro de absorción característico de cada uno de ellos.

El color verde tan uniformemente presente en los vegetales es debido a la presencia de dos pigmentos estrechamente emparentados llamados clorofila a y clorofila b, que se encuentran prácticamente en todas las plantas con semilla, helechos, musgos y algas.

Pueden formarse en las raíces, tallos, hojas y frutos a condición de que estos órganos estén situados por encima del suelo y queden expuestos a la luz. También aunque aparentemente falten en algunas hojas de color rojo o amarillo, cuando se extraen las otras sustancias colorantes de estas, puede comprobarse incluso allí la presencia de las clorofilas, que estaban enmascaradas por los demás pigmentos.

La distribución de los colores en el espectro está determinado por la longitud de onda de cada uno de ellos. El hecho de que podamos ver los diferentes colores se debe a que el ojo humano es un fotodetector de las longitudes de onda que originan los distintos colores y que pertenecen al pequeño rango del espectro electromagnético generado por el Sol denominado luz visible.

 
Fotosíntesis
Una de las características esenciales de la vida es el consumo de energía, ya que todos los procesos vitales sólo se producen si disponen de ella. Todos los vegetales obtienen esa energía de la luz solar. En ellos, el proceso de captación y transformación de dicha energía en compuestos biológicamente aprovechables (“alimento-energía”) se denomina fotosíntesis.

Las plantas utilizan la clorofila o pigmento fotosintético ya que tiene la capacidad de absorber energía de la luz solar, especialmente la luz roja, y cederla para la elaboración (síntesis) de hidratos de carbono (almidón) a partir de dos compuestos disponibles en el medio: agua (H2O) y dióxido de carbono (CO2). 


Esquema del proceso de la fotosíntesis 
en la que se produce oxígeno a partir 
del dióxido de carbono.
 Este proceso fotoquímico produce además, oxígeno (02) que es liberado a la atmósfera y tiene fundamental importancia para la vida en general, ya que permite cumplir el proceso respiratorio. Sin embargo refleja la luz cercana al infrarrojo es reflejada de manera muy eficaz ya que a la planta no le sirve.

La clorofila a (R = –CHO) absorbe la energía del Sol de las longitudes de onda correspondientes a los colores que van del violeta azulado al anaranjado-rojizo y rojo. La clorofila b absorbe en la longitud de onda del verde. Sin embargo ambas clorofilas también absorben en la región final del espectro (anaranjado – rojo).

La plantas, como fotorreceptores, utilizan la clorofila para capturar la luz del Sol en la fotosíntesis en determinadas longitudes de onda, que se encuentran en torno al amarillo del espectro electromagnético (ver foto). La mayor intensidad de la radiación del Sol que penetra en nuestra atmósfera está localizada en la parte visible del espectro electromagnético, más concretamente, la máxima intensidad de luz solar a la que estamos expuestos está en la región naranja del espectro visible (560 a 590nm.), que coincide exactamente con la menor absorción de la clorofila.

Se cree que ello es debido a una defensa natural de las plantas a la sobre exposición por la radiación solar. Algunas plantas en zonas muy áridas y con una gran exposición han desarrollado en sus hojas partes blancas como pelos para reflejar toda la radiación incidente.

El origen de los organismos fotosintéticos en el mar da cuenta de esto. Las ondas de luz mas cortas (y de mayor energía) no penetran mas allá de los 5 metros de profundidad en el mar. La habilidad para obtener energía de las ondas mas largas (y penetrantes en este caso) pudo constituir una ventaja para las primeras algas fotosintéticas que no podían permanecer en la zona superior del mar todo el tiempo.


¿Por qué se vuelven rojas o amarillas las hojas al secarse?


La mayor parte de las plantas son verdes al reflejar dicha longitud de onda ya que éste es el máximo de radiación sobre la Tierra.
  

Durante la primavera y el verano, las hojas obtienen su tono verde de la clorofila, el pigmento que les ayuda a capturar la energía de la luz del Sol. En Otoño, los árboles sintetizan la clorofila y reabsorben en sus tejidos parte de sus componentes. La idea generalizada es que los colores del otoño se deben a pigmentos residuales. Las hojas amarillas obtienen su color de un tipo de pigmentos llamados carotenoides. Otro grupo de moléculas, las antocianinas, producen tonos anaranjados y rojizos. La clorofila y otros equipos moleculares necesarios para la fotosíntesis son cuidadosamente desmantelados, mientras que los nutrientes que la hoja contiene, como el nitrógeno y el fósforo, se envían al tejido del árbol, que los necesitará para crecer y reproducirse en la próxima primavera.
El que las hojas se tornen hacia tonalidades rojizas con la llegada del otoño se debe a que éste color las hace menos sensibles al frío e incluso al descenso de radiación solar, por lo que pueden realizar la fotosíntesis durante un periodo de tiempo mayor, y así aportar la mayor cantidad posible de nitrógeno a los tejidos.

La Aurora Boreal

Las luces del norte o aurora boreal 
han fascinado a esquimales, lapones y 
demás tribus árticas desde los tiempos más remotos, 
incluso los griegos ya la conocían...

Fuegos del Zorro
Los colores de la Aurora se deben a los diferentes gases que componen la ionosfera.

En el folklore abundan las explicaciones sobre el origen de estas fascinantes luces del norte. En finés se llaman “revontulet”, que significa “fuegos del zorro”. El nombre se deriva de una antigua leyenda sobre el zorro del ártico que decía que los rabos de los zorros que corrían por los montes lapones, se golpeaban contra los montones de nieve y las chispas que salían de tales golpes se reflejaban en el cielo. En otras culturas los fuegos del zorro designaban al brillo resplandeciente emitido por algunos tipos de hongos que crecen en la madera podrida.

Los esquimales, los lapones, los habitantes de Groenlandia, e incluso las tribus del noreste de la India estaban familiarizados con esta luz misteriosa del cielo. Sus leyendas tomaban muchas formas y estaban asociadas con sus ideas de la vida en el otro mundo. Según una leyenda esquimal, la aurora boreal era un sendero estrecho, sinusoso y peligroso que conducía a las regiones celestiales y su luz se debía a la llegada de los nuevos espíritus.

La aurora del hemisferio norte fue nombrada aurora boreal (luces del norte) por el científico francés Pierre Gassendi en 1621, quien fue el primero en hacer observaciones aurorales sistemáticas. La aurora del sur fue nombrada aurora austral (luces del sur) por el capitán James Cook en 1773, cuando la observó por primera vez en el Océano Índico. Ya los filósofos griegos consideraban a la aurora del norte como un fenómeno natural, y la asociaban con el reflejo de la luz en los hielos polares.


Aurora Boreal
Las líneas del campo magnético terrestre salen del polo norte hacia el polo sur.

El sol desprende partículas cargadas de mucha energía, iones, principalmente protones, y electrones, los cuales viajan por el espacio a velocidades entre 320 y 704 kilómetros por segundo, es decir, necesitan tan solo entre 130 y 60 horas en llegar a la Tierra. Al conjunto de partículas que vienen del Sol se les conoce como viento solar.

Cuando éste interactúa con los bordes del campo magnético terrestre, que está originado por el movimiento del núcleo terrestre en estado semilíquido con abundante hierro y animado por la rotación de nuestro planeta, algunas de las partículas quedan atrapadas por él y siguen el curso de las líneas de fuerza magnética en dirección a la ionosfera.

Ionosfera es la parte de la atmósfera terrestre que se extiende hasta unos 60 o 100 kilómetros desde la superficie de la tierra. Cuando las mencionadas partículas chocan con los gases en la ionosfera, empiezan a brillar, produciendo el espectáculo que conocemos como aurora boreal y austral. La variedad de colores, rojo, verde, azul y violeta que aparecen en el cielo se deben a los diferentes gases que componen la ionosfera.

La Aurora Boreal está en constante cambio debido a la variación de la interacción entre las ráfagas de viento solar y el campo magnético de la tierra. El viento solar genera normalmente más de 100.000 megavatios de electricidad (la producción de una central nuclear convencional es de 1000 MW diarios) produciendo una aurora, lo que puede causar interferencias con las líneas eléctricas, emisiones radiofónicas o televisivas y comunicaciones por satélite.



A través del estudio de las auroras los científicos pueden aprender más sobre el viento solar, cómo éste afecta a nuestra atmósfera y cómo la energía de las auroras podría ser usada para objetivos útiles.